Everything will be ok in the end. If it's not ok, it's not the end.

Un "te quiero", solo un "TE QUIERO", dos simples palabras, ocho letras, era lo único que Amanda tenía que haber dicho para que èl no se fuera. Pero no lo hizo, se calló, no lo dijo, lo sentía, claro que lo sentía, pero había muchas cosas en su contra.
Lo habían intentado demasiadas veces y había salido mal, lo que pensara y dijera la gente les influenciaba demasiado.
Él seguía en frente de ella esperando una respuesta y no se iba a ir hasta que la obtuviera.
-No, no te quiero- soltó ella seguido de un suspiro, él no podía imaginar el daño que le hacía decir esas palabras. Herir a la persona que más quería en el mundo. Pero tenía que hacerlo.
-Bien, me has destrozado. Creo que era lo que siempre habías querido. Ya sabes por mi fama de mujeriego, querías darme una lección y lo has hecho, claro que lo has hecho. Aún no puedo creerme que todos los momentos que hemos pasado juntos, quizás los mejores momentos de toda mi vida hayan sido una jodida mentira. No pensaba que tú fueras así.
Ella estaba a punto de olvidarse de todo, de echarse a llorar y correr hacia sus brazos para abrazarlo, pero no podía y con todas sus fuerzas se abstuvo.
-Lo siento, sí, tienes razón todo era un juego- dijo ella enjuagandose una lágrima.
-No, no llores, no tienes ningún derecho ha hacerlo.
¿Que qué? Tú a mí no vas a decirme lo que tengo que hacer.
-Tienes razón, no tengo ningún derecho. Me voy, pero antes déjame verte, quiero tener grabado a fuego le rostro de la única persona en el mundo que realmente ha conseguido llegar a mis sentimientos para luego hacerme daño.
Él se acercó a ella y le cogió la cara entres sus manos. La miró fijamente, pero ella bajó la mirada. Él la cogió por la barbilla alzándole el rostro para que lo volviera a mirar de nuevo.
-Puedo... empezó él, pero no puedo acabar la frase, porque ella le estaba besando apasionadamente.
Él no entendía nada de todo eso, pero se fundió con ella en aquel beso, como si fuera el último.