martes, 7 de agosto de 2012

...

¿Por qué todo el mundo se empeña en pensar que todas las historias de amor tienen un final feliz, y comen perdices? A lo largo de los años muchos escritores nos han demostrado que eso en la mayoría de los casos, no es cierto, ni si quiera se acerca un poco a la verdad. Observemos el ejemplo de algunos de los clásicos más conocidos, que por la estupidez humana murieron los dos o Dorian Gray que por la avaricia y por sucumbir a la tentación perdió a la mujer que amaba...
Y ejemplos como estos a lo largo de la literatura hay muchos y me atrevería a asegurar que en la vida real han ocurrido más tragedias que en los libros, porque no, en la vida real no hay vampiros, ni hombres lobos, ni superhéroes (bueno de estos en realidad pienso que si los hay, aunque no lleven mayas ajustadas y máscara), ni cazadores de sombras, ni ángeles o demonios que se enamoren de ti, ni toda esa clase de seres sobrenaturales que tan locas nos vuelven, pero apuesto a que finales trágicos hay un montón.
Aunque yo no me rindo, como he dicho habrá muchos finales trágicos, pero no todos. Yo, seguiré esperando a mi amor de libro, ¿quién sabe? a lo mejor aparece algún día y todo .